lunes, marzo 15, 2010

babas virulentas

imagen extraída de acá
(más allá del simbolismo clisé no me digás
que no te parte las pupilas tanto esplendor.
Alejandra diría pulveriza.)


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Hay babas poción, es cierto.

Recuerdo como si fuera ayer el primer baboseo clandestino suyo que provocó en mí tanto espanto al principio, pero que quedó picando en la sangre de tal modo que un tiempito después - no demasiado, debo reconocer - me fue imposible resistir a su hechizo.

Maldito, maldito, maldito. Malitos tú y tu gomosa arábiga ponzoña. Y mi linda carne débil, claro está. Tampoco vamos a elevarte el ego así como así.

Mejor hacerla corta.

Si alguien supiera de la existencia de un contraveneno del juguito en cuestión se ruega mandar sms a la brevedad.

Mis días están contados. El útero no espera.

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2 comentarios:

Manuel Aranda dijo...

Previo tocarme un huevo ante semejante vivorononón, voy con el tema del bar.

Si ya estuviste haciendo tus investigaciones, la perspicacia que te caracteriza te habrá llevado al punto en cuestión.
A poco de integrarme yo a este micro-macro mundo andaba como turco en la neblina, y un día, intercambiando chamuyos, confundí al mozo con el que le daba manija a la cafetera en tu boliche habitual. Fuí prolijamente relajado, y como ocurre generalmente en estos casos, por querer aclarar, enredé más el batuque. Conté hasta 10, me dije que no debía ser intolerante y no debia patear el tablero. Más bien pasar por gil y confiar en que el paso del tiempo mejorára mi imágen.
Pero paralelamente se me ocurrió escribir un cuentito sobre el tema. Y me puse a reunir información.
Esto de laburar con ficciones lo vuelve a uno medio colifa y si ya es propenso...
Lo cierto es que puse en Google: café a la italiana. La busqueda dió 11.100.000 notas.
Los tanos padres de la mafia, del proceso mani pulite, de la logia P Due, y en la actualidad de esa joyita llamada Silvio Berlusconi han borrado del planeta el café brasuca y el colombiano y se han erigído en algo así como los inventores del café. Cuanto gil vuelve de europa luciendo en medio del pecho la medalla de haber tomado un café a la italiana en la Via Appia, por ejémplo.
Los gallegos (y esto son dos mangos aparte), radicados en Argentina parecen haberse volcado masivamente a laburar de mozos. Sobre todo en Bs. As.,antes de esta moda de que en algunos sitios te sirven bellas minitas, la enorme mayoría de mozos eran y son galaicos.

Ahora bien, yo me decia en aquel momento: ¿esta mina, Viruta, hará siempre la más rara? Ella tiene que ir a un boliche donde el café lo tira el gallego y el zomo es el tano, presunto gran mago de la cafetería¡¿?!
Me dije, no usa mayúsculas y... y me dije también: ¿y desde cuando te interesarón a vos las personas normales? Y abandoné la idea del cuento. Pensé, es querible. Caminemos al lado. Vamos viendo.

Es todo, mi estimada.

viruta dijo...

los conflictos no 'utan', pero siempre surge alguno, aun sin intencionalidad.

es compliqueti la vida, pero dá de pensar que todo parejito, sería peor. qué sé yo...

yo quiero darte las gracias, porque hoy día no cualquiera estima y encima, lo bate.

Seguir a pampaylavia en Twitter Cris Quint

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