lunes, junio 01, 2009

placeres



la minuciosa preparación
de un completísimo guiso de lentejas pipícucú
podría considerarse tan o más placentero
que su paladear a posteriori
incluso
eventualmente
hasta sería posible alcanzar
iguales decibeles
que uno de los orgasmos carnales
más supremos

- pienso y digo -

punto y coma
y el que no lo comparta
- pestañeo
hombritos -
se embroma

«N.R.» a propósito, voy a revolver el guiso (que no es lo mismo que me revuelvan el guiso)
.
.

3 comentarios:

Férguson Calviño dijo...

Lo más importante, creo, es el condimento.
Agreguelé pimienta sin recelo, que con estas temepraturas viene al pelo!!!

viruta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
viruta dijo...

ferguson: excesos, mejor no. prefiero ir pasito a paso pa'no arruinarla y que dure más la cosa.

Seguir a pampaylavia en Twitter Cris Quint

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