llueve arcilla cáustica sobre el agua

imborrable imagen la del hombre
hambruno y maldicente
paleando polvo
en las fauces de un horno

nótese cómo el viento sur ha ensombrecido la frente de la luna

que alguien le acerque un paño seco y frío
para enjugar el furor de sus ojos

ese picotear de cuervos en la entraña
ese final de vigilia

hay días en que sólo querría escuchar
el parloteo de la lluvia sobre el techo de chapas
o días
en que ni siquiera apacigua
la textura desleída de un chocolate amargo en la boca

cómo hacer ahora para volver
al concilio blanco del sueño?

que alguien
le diga

cómo hacer
.
.