Ese viento de locos - dijiste. Y yo me apropié al toque de la frase, así, sin permiso ni nada de nada. De macha que soy, nomás. Me dio que pensar la oración que te robé y de inmediato surgió lo que a continuación transcribo:
Esa lluvia ansiada que no es siquiera amenaza,
esos maizales de capa caída en mi cerebro,
esta especie de hueco convexo en la boca del estómago.
La lágrima que no se decide...
No hay sinónimos de la palabra suicidio.
Podré alguna vez tener tu atención y más tarde, tu loco loco verdadero amor?
Me pregunto para qué, si nada puedo dar. Acaso para jactarme?
Dos cosas tengo para decir, sumamente importantes:
'No temas' y 'Creéme'
Todo quedará tal cual como lo has conocido.
La avenida sombreada y su oquedad dominguera de silencio extremo, dan chucho. Como si la muerte hubiera embriagado sol y luna juntos y el aire no fuera.
Ni furia ni brío revivirán nada en este sigilo trasgresor.
Ya no existe la palabra idilio. Sí caer - me digo en voz baja. Y doy fe, porque soy yo la que caigo a diario. Derrapo y caigo. Hacia lo glaciar, lo árido. Hasta el gris profundo. Como un ángel desolado. Pútrido.
Sé perfectamente lo que te hechiza de mí. Vos no querés perder a la tremenda perra que intuís llevo dentro y que encima inspira respeto casi de santuario.
Mirá que hay durmientes y vías y trenes, eh.
Este será, seguramente, otro de esos días en que unos enrojecidos ojos dirán como tantas veces, chau desde el andén.
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2 comentarios:
Al fin. Yo le apuntaba a la palabra "berretines" jaja. Ahora le apunté al numerito.
Tiene un interesante laburito este texto. Un discurso potente, matizado con imágenes poéticas y ciudadanas. Y, sobre todo, una irónica amenaza que el tácito sujeto deberá escuchar. Muy bueno.
( ,,,Sé perfectamente lo que te hechiza de mí. Vos no querés perder a la tremenda perra que intuís llevo dentro y que encima inspira respeto casi de santuario.
......) tremenda descripción de la deliciosa mezcla que acompaña la genética femenina.
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