Si hay algo que mortifica es el frío. Sino pregúntenle a mi naríz
Recuerdo una vez, en un viejo país, allá donde enormes palacios marmóreos se erigían como cíclopes fantasmagóricos por sobre cualquier hoguera mononita, había una princesa que tenía sus pulmones tatuados con golpes de ariete a causa de un asma bronquial que solía maltratarla cada invierno como verdugo sin tuétano.
Recuerdo una vez, en un viejo país, allá donde enormes palacios marmóreos se erigían como cíclopes fantasmagóricos por sobre cualquier hoguera mononita, había una princesa que tenía sus pulmones tatuados con golpes de ariete a causa de un asma bronquial que solía maltratarla cada invierno como verdugo sin tuétano.
.
.
1 comentario:
nariz iglú. monono su cuento bonsai. señora, la bufanda, el cuello enseguida se enrieda con el frío, cuidese.
Publicar un comentario