detrás de cualquier ventana en cualquier pueblo o ciudad sea la hora que sea alguien aguarda y sea lo que fuere su espera desde el vamos la sabe estéril
tu patio es así una incoherente impenetrabilidad que deja maniatado in profundis y vos sabés bien cómo uno busca la intemperie la claridad despareja que invade con la lluvia las puertas vivas golpeándose unas a otras el vuelo en voile de las cortinas
el viento...
y a pesar de mis ahogos amo el misterio que sembrás la ambigüeedad de tu renegrida piel invisible el olor que despide esa lóbrega melancolía tuya
cielito mío en qué cajón guardaste el cielo? dónde, la luna sin eclipses?
pobre pobre pobre de mí
el interruptor de luz se ha roto y estoy segura fuiste vos nena vos y tu sol de luto terso volátil oscurísimo polarizando con gas de neón los exiguos días que me quedan en stock . .
. voy a salvarme de vos así se desplome el cielo sobre los verdes prados verdes así envejezcan todas las rosas color té del planeta así carcoma mis pechos la ponzoña tóxica así el herrumbre haga paja esta entraña voy a ampararme de vos hiena puta . .
yo
en esta maldita tardenoche dominical
gris con puntillitas sepias
y aunque Astor Pantaleón Piazzolla
intente bandoneón mediante
pegar mis pedazos
yo
entonces él dejo caer lento dos palabras muy suyas: - chau, bonita - murmuró y albergada en medio de gemidos aquella extraordinaria ternura suburbana violó cada centímetro de carne hecha insulto hasta que el último ápice de pena fue despojo. ella acurrucó su alma en balanceo tan pero tan ebria de caramelito que ni el súbito final le supo a hiel