tu patio es así
una incoherente impenetrabilidad
que deja maniatado in profundis
y vos sabés bien
cómo uno busca la intemperie
la claridad despareja que invade con la lluvia
las puertas vivas golpeándose unas a otras
el vuelo en voile de las cortinas
el viento...
y a pesar de mis ahogos
amo el misterio que sembrás
la ambigüeedad de tu renegrida piel invisible
el olor que despide esa lóbrega melancolía tuya
cielito mío
en qué cajón guardaste el cielo?
dónde, la luna sin eclipses?
pobre
pobre
pobre de mí
el interruptor de luz se ha roto
y estoy segura fuiste vos
nena
vos y tu sol de luto terso
volátil oscurísimo
polarizando con gas de neón
los exiguos días que me quedan en stock
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