imagen crepuscular de los cielos rompe sabiola de boedo
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Como si habitaras un palomar
vos, paloma abichada.
¿Qué queda sino pispear la luna,
embrión blanco nacido en el este,
allá, donde moran horizontales
los brillos aleonados del río?
Sólo en la soledad buscada habrás de decir lo no dicho.
Los diálogos con otras bocas
¿qué son más que miseria humana?
Pocos, por no decir nadie,
se atreverán a la limosna:
una ración de amor, efímera y rancia
¡Oh tú, pobrecita cucurila
ojos de crepúsculo túrbido
cabellera de sauce
y lágrimas de sudestada!
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