el día revolotea entre las oscuras puntillas
de la negrura
y será por su habitual descuido
que siempre emergerá
habremos de extinguirnos, lo sé
pero hasta ese instante
arderá henchida la llama
oh los imposibles!
qué vida sería vida sin ellos
y nuestro intento arduo
por seducirlos?
que no hay batallas destempladas
que hormiguea el elemento
que ensordece la plétora del alma
finalmente
cuando el silencio caiga lento en su letargo
reverdecerá eufórico el alarido del alba
.
.
2 comentarios:
Llego sin preguntar como llegaste.
Llego taconeando y pienso que, tal vez, llegamos porque estamos. Porque fuimos y seremos. Porque somos.
Besos y llegadas.
Detrás de letras cargadas de pulciones de vida se encarna la duda, la incertidumbre tan humana, y la anhelante espera a que esas uvas verdes por fin maduren.
Gustazo leerla!
Besos
Horacio
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